Como despedida de un año en el que prácticamente no hubo actividad, en La Rinconada Motocross & Enduro Club se llevó a cabo un encuentro de camaradería donde los niños dieron la nota.
Para aquellas personas que no estan empapadas del mundillo del motocross (y del deporte motor en general), la idea que tiene el común de la gente es que es una actividad donde prevalece la compencia individualista, dejando de lado valores como la solidaridad, el respeto y la camaradería. En la jornada de cierre de año de La Rinconada Motocross & Enduro Club pudo visibilizarse un cuadro totalmente distino al ideario común.
De la mano de los más pequeños del mundo del motocross local, Tucumán Actualidad fue testigo de un marco digno de resaltar: la solidaridad, el respeto y la camaradería fueron los valores que se respiró en el ambiente.
Con una jornada que comenzó a media mañana, el colorido de la postal la dieron los gazebos instalados en el predio, donde las familias se concentraron en los preparativos y asistencia de sus pequeños pilotos, mientras éstos, niños y niñas, confraternizaban correteando de un lado a otro o alentando a aquellos que rodaban en pista.
Previo a cada carrera, para poner a punto las pequeñas motos, se pudo ver un constante intercambio desinteresado tanto de opiniones como de herramientas por parte de quienes oficiaban como integrantes de las escuderias familiares. Un cambio de cubierta o una moto que no arrancaba era asistido por cualquier persona, sin importar a qué «equipo» perteneciera.